Faciales

Los peelings químicos y físicos son tratamientos faciales diseñados para renovar la piel en profundidad, mejorando su textura, tono y luminosidad. Actúan eliminando las células muertas y estimulando la regeneración celular, lo que da como resultado una piel más suave, uniforme y revitalizada.
El peeling químico utiliza ácidos en concentraciones controladas —como el glicólico, mandélico, salicílico o láctico— que penetran en la piel para tratar manchas, líneas finas, acné y poros dilatados. Este tipo de peeling trabaja a nivel más profundo, promoviendo una renovación total de la epidermis.
Por su parte, el peeling físico se realiza mediante exfoliación mecánica, utilizando microcristales, puntas de diamante u otros métodos suaves que pulverizan las impurezas y estimulan la microcirculación, dejando la piel fresca y luminosa al instante.
Ambos procedimientos se adaptan al tipo y necesidad de cada piel, y pueden combinarse para potenciar resultados. Los beneficios incluyen:
- Piel más lisa, limpia y uniforme.
- Reducción de manchas, marcas de acné y líneas finas.
- Estimulación de colágeno y elastina.
- Aspecto radiante y saludable.
El peeling químico y físico es ideal para quienes desean mejorar visiblemente la calidad de su piel de manera controlada, profesional y segura.